Todo lo que necesitas saber sobre el té negro
El negro es uno de los tipos de té más populares y versátiles. Constituye aproximadamente el 90% del té que se consume en el mundo. Con su sabor robusto y su característico color oscuro, ha ganado un lugar especial en las tazas de muchos amantes de esta bebida.
Aquí te compartimos qué es el té negro, cuál es su proceso de producción y cuáles son las variedades más populares.
¿Qué es el té negro?
Originario de China, el té es la bebida que resulta de la infusión de hojas y brotes de la Camellia Sinensis. Según su proceso productivo, puede clasificarse como té blanco, amarillo, verde, negro, oolong y puerh.
El proceso de manufactura del té negro consiste en recolectar las hojas de la Camellia, marchitarlas, enrularlas, oxidarlas y secarlas. Esta oxidación completa es lo que le da su color oscuro y su sabor intenso.
La oxidación es una reacción química que ocurre cuando las hojas de té se exponen al aire, cambiando su color y perfil de sabor. A diferencia de otros tipos de té, como el verde o el blanco, que se procesan de manera mínima, el té negro pasa por un proceso de oxidación más prolongado.
Proceso de producción del té negro
Cosecha: Las hojas se recogen a mano o mecánicamente para iniciar la producción del té.
Marchitado: Las hojas se exponen al sol o a aire caliente para reducir la humedad, facilitando su manejo en la siguiente etapa.
Enrollado: Las hojas se enrulan, manual o mecánicamente, para liberar sus aceites y activar las enzimas, comenzando la oxidación
Oxidación: Las hojas enrolladas se dejan reposar en un ambiente controlado para que se oxiden completamente. Esto convierte las hojas verdes en un tono marrón oscuro.
Secado: Una vez que la oxidación alcanza el nivel deseado, las hojas se secan para detener el proceso y fijar el sabor.
Clasificación: Finalmente, las hojas se clasifican según su tamaño y calidad antes de ser empaquetadas y enviadas.
Variedades populares
El té negro se cultiva en diversas regiones del mundo y cada una aporta características únicas a la infusión. Algunas de las variedades más conocidas son:
Assam: Originario de la India, el té Assam es conocido por su sabor fuerte y malteado. Ideal para comenzar el día con un impulso de energía.
Darjeeling: También de la India, este té se cultiva en las laderas del Himalaya y es apreciado por su delicado sabor floral y afrutado, a menudo llamado "el champán de los tés".
Ceylon: Proveniente de Sri Lanka, el té Ceylon es conocido por su sabor brillante y cítrico, con notas que varían desde suaves hasta audaces.
Earl Grey: Este es un té negro aromatizado con aceite de bergamota, que le caporta un sabor distintivo y refrescante.
Desde su proceso de elaboración hasta sus diversas variedades, cada taza de té negro ofrece una experiencia única. Ya sea que lo disfrutes solo o con acompañamientos (leche, limón, miel) siempre es una opción reconfortante y deliciosa.
Con información de El gran libro del té, de Carmen Escales.