¿Conoces cuántos tipos de té hay y cuáles son?
El té, esa antigua bebida que emana de las hojas y brotes de la Camellia sinensis, es mucho más que una simple infusión. Cada tipo de té lleva consigo una historia única, un proceso de producción especial y, lo más importante, una paleta de sabores distintiva.
Acompáñanos en un viaje fascinante por el universo del té, al explorar los seis tipos que existen. Desde los sublimes tés blancos hasta los robustos pu-erh, descubre cómo cada uno despliega una experiencia singular para tu paladar.
Té blanco: delicadeza en cada sorbo
El té blanco es uno de los más exóticos del mundo. Los brotes finos y tiernos de la Camellia sinensis se cosechan al principio de la temporada, cuando aún están cubiertos de una delicada pelusa plateada.
Las hojas se secan al sol, se exponen ligeramente al vapor o se secan en horno a bajas temperaturas para reducir su contenido de agua. Este proceso resulta en una infusión de sabor dulce y sutil, con notas de durazno, azúcar blanca y matices florales.
Té verde: variedades que despiertan los sentidos
Los tés verdes están ligeramente más procesados que los blancos. Las hojas se cosechan y se dejan marchitar algunas horas. Luego, se someten a un proceso de detenimiento con vapor o secado en sartén, con el propósito de eliminar la humedad en las hojas y así evitar la oxidación.
En taza ofrece una amplia gama de sabores, desde las notas herbales de los tés japoneses hasta los perfiles intensos y ahumados de las variedades de Taiwán o los matices de durazno y chocolate de los tés chinos.
Té amarillo: una joya poco conocida
Menos conocido, el té amarillo comparte similitudes con el té verde, pero pasa por una fase única que le otorga su característico color amarillo. Las hojas experimentan una leve oxidación y se secan sobre carbón caliente. Es aromático y con baja astringencia.
Té negro: un proceso de transformación
Es el té con más oxidación. En el instante en que se recolectan las hojas, empiezan a marchitar e inicia el proceso de oxidación.
Enseguida, las hojas se enrulan, permitiendo que sus aceites esenciales se liberen. El aroma y sabor del té depende de estos aceites esenciales. El perfil de sabor es fuerte, con mucho cuerpo y profundidad.
Té Oolong: tradición en cada hoja
El té oolong, asociado con tradiciones milenarias, presenta un proceso de producción que incluye la cosecha de brotes y hojas, la exposición al sol y la detención cuidadosa de la oxidación. Este té semioxidado ofrece una experiencia que equilibra los matices del té verde y negro.
Pu Erh: fermentación y complejidad
Es el único té que se fermenta. Las hojas de Camellia sinensis se recolectan, marchitan, enrulan, oxidan, secan y fermentan. En boca ofrece una astringencia sutil y dulzor moderado, además de tonos de musgo, paja húmeda, tierra y piedra sal en retrogusto.
Cada tipo de té es una invitación a explorar nuevos horizontes de sabor en cada sorbo. ¡Embárcate en esta aventura y descubre tu té favorito!